5 soluciones para colgar cuadros sin taladrar
Hasta hace unos años, elegir el lugar donde colgar un cuadro, un espejo o una percha era una decisión de suma importancia. ¿Por qué? Porque una vez hechos los taladros y colocadas las alcayatas, era muy difícil encontrar cómo taparlos si algo se cambiaba de sitio.
Las tendencias cambiantes, el gusto por idear nuevas formas de decorar la casa, el miedo a agujerear una tubería o el hecho de no querer causar desperfectos en una casa de alquiler para conservar la fianza son solo algunos de los motivos por los que tenemos la necesidad de colgar cuadros sin taladrar.
Olvídate de paredes lisas y decoración minimalista, existen muchas formas de decorar una pared sin agujeros y de colgar todos los cuadros que quieras sin apenas ensuciar. En HomeServe te vamos a hablar de cinco. Suena bien, ¿verdad?
1. Tiras adhesivas para colgar cuadros sin taladrar
El funcionamiento de las tiras adhesivas es como el velcro: dos tiras que al juntarse se pegan la una a la otra y que pueden separarse y volverse a adherir todas las veces que sea necesario. Estas cintas tienen doble cara adhesiva, una con la que se fijan a la pared y otra con la que se fijan al cuadro, de forma segura y resistente.
Se pueden utilizar fácilmente en:
- Paredes pintadas, empapeladas o de azulejos
- Cristales y vidrieras
- Tableros o paredes forradas de madera
Pero no cumplen su función en:
- Vinilos
- Paredes exteriores, ya que no están preparadas para temperaturas demasiado altas o bajas
Y, ¡no elijas al azar! Es importante escoger el tipo de tira adhesiva que se necesita en cada momento, ya que hay modelos diferentes en función del peso del cuadro que queramos colgar, llegando a soportar hasta 7 kilos.
2. Cuelga-fácil
Estas piezas constan de unas puntas de acero, entre una y tres, que se clavan directamente a la pared, y de un aplique de plástico que soporta el peso del cuadro. La ventaja principal es que no hay que hacer taladros, ya que basta con un golpe firme para fijarlas. La desventaja es que, aunque fáciles de tapar, al quitarlas dejan unos pequeños orificios en la superficie.
Esta solución funciona satisfactoriamente en paredes lisas, empapeladas o de madera, pero no es apta para azulejos o cristales.
3. Ganchos adhesivos
Los ganchos adhesivos son la elección perfecta para cuadros pequeños que no pesen mucho. Existen en el mercado diferentes tipos dependiendo de la superficie en la que se van a utilizar:
- Paredes pintadas, de yeso o ladrillos
- Cristales
- Azulejos
- Piedras
La solución más adecuada para baños y cocinas: fáciles de poner, resistentes a la humedad y no dejan rastro al quitarlos.
4. Clavos adhesivos con los que colgar cuadros sin taladrar
Existen dos tipos de clavos adhesivos que se pueden utilizar en paredes de yeso o pintadas y en azulejos o metal. Dentro de esta clasificación se deben elegir los que sean capaces de soportar el peso del cuadro que queremos colgar.
Estos clavos consisten en una tira adhesiva y un enganche de plástico de altura ajustable. Para instalarlos hay que seguir unos sencillos pasos:
- Pegar la tira adhesiva en la pared.
- Adherir la pieza de plástico que hace la función de clavo a esta tira.
- Mantener la presión durante unos minutos hasta que las dos piezas estén bien pegadas.
5. Pasta adhesiva
Todas las soluciones que hemos visto hasta ahora funcionan bien en paredes lisas, independientemente de su material. Pero, ¿qué hacer en paredes rugosas, como el gotelé?
La pasta adhesiva, que funciona del mismo modo que el pegamento, es la mejor solución en estos casos. Y, además, se puede utilizar también en todo tipo de superficies lisas. Para conseguir el efecto deseado solo tienes que:
- Aplicar la pasta alrededor del perímetro del cuadro o en las cuatro esquinas, si crees que es suficiente.
- Presionar contra la pared durante unos minutos.
Esta pasta es muy resistente y, gracias a su composición, no se contrae ni dilata, por lo que se puede utilizar sin problemas en superficies húmedas o paredes exteriores.
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Truco extra: colócalos en las estanterías
Rápido, fácil y decorativo. Colocar los cuadros sobre las estanterías, del mismo modo en que se colocan los marcos de fotos, es una excelente solución para lucir los adornos más pesados sin utilizar clavos.
Para lograr una decoración equilibrada, asegúrate de elegir cuadros adecuados para el tamaño de la estantería y combinarlos con otros elementos. Si optas por una estantería solo con cuadros, decántate por los más ligeros y con colores coordinados; puedes, incluso, encontrar la combinación perfecta colocando unos delante de otros.
¿No tienes tiempo de poner en marcha ninguna de estas ideas? Entonces, confía en la experiencia de un manitas profesional, que te echará una mano colgando ese cuadro que lleva tiempo esperando en un rincón, o completando esa tarea de bricolaje que siempre pospones.
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