Cómo arreglar una persiana que no baja
Cuando una persiana no baja o se atasca, ¡que no cunda el pánico! Tú mismo puedes arreglarla con estas indicaciones de HomeServe.
Seguro que te ha pasado más de una vez. Tiras de la cuerda de la persiana para bajarla al anochecer y… ¡oh, no! Esta se queda atascada a la mitad de la ventana. Y por más que pruebas a recogerla y volverla a soltar, esta no desciende más allá de un punto concreto. Una persiana que no baja es una avería muy típica que mis compañeros y yo vemos a menudo cuando acudimos en vuestro rescate. La buena noticia es que es muy sencilla de arreglar. Tan solo hacen falta paciencia y un poco de maña.
Qué hacer cuando una persiana no baja
Cuando te encuentres ante una persiana que no baja, lo primero que debes hacer es pertrecharte de un destornillador y de una escalera estable que te permita llegar cómodamente al cajón de la persiana. Y es que tendrás que abrir el tambor y explorar su interior para detectar la causa del bloqueo.
Por qué no baja tu persiana y cómo solucionarlo
Hay siete motivos que figuran entre los más habituales a la hora de buscar culpables cuando una persiana no baja. Veamos cuáles son y cómo poner remedio.
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Suciedad en la persiana
En ocasiones, la simple acumulación de polvo, suciedad, plumas, barro y telarañas en los tambores y en la superficie de las persianas impide que estas se deslicen suavemente por las guías. La solución, entonces, es lógica: desmonta la persiana y friega bien tanto las lamas y sus recovecos como el interior del cajón y los elementos ubicados dentro de este. Tu persiana volverá a funcionar como la seda.
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Desplazamiento de una o varias lamas
Es muy frecuente, también, que una o varias lamas se hayan movido y que ya no estén correctamente alineadas. Si es así, la persiana volverá a bajar en cuanto se haya corregido esta desviación, una tarea que apenas te llevará unos segundos.
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Rotura de lamas
La situación es un poco más compleja cuando las lamas no están desplazadas, sino dañadas. Las lamas rotas o deformadas deben ser sustituidas cuanto antes para permitir el buen funcionamiento de la persiana. Adquiere las que necesites en tu centro de bricolaje de confianza y reemplázalas.
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Persiana excesivamente ligera
Un peso excesivo puede causar desplomes recurrentes en tus persianas… pero cuando estas son demasiado ligeras, también dan problemas. A veces una persiana no baja porque le falta peso, y para subsanar el contratiempo basta con añadirle arena o una pletina metálica a la última lama.
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Problemas de fricción del eje
Si la causa no reside en las lamas ni en la suciedad acumulada, debemos dirigir nuestra atención hacia el eje. Comprueba si este gira sin obstáculos o si hay atascos o fricciones que se lo impiden. Dependiendo de cuánto cueste movilizar el eje, la avería podría solucionarse con un simple engrasado, o bien habría que pensar en una intervención para proporcionarle holgura en la rotación.
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Daños en el soporte del eje
El paso del tiempo y el uso continuado pueden hacer que la persiana no baje debido a la rotura del soporte del eje, una pieza de plástico que posibilita el anclaje de este último a la pared del cajón y que lo conecta con la cuerda. En ese caso, será necesario sustituirlo por otro, para lo cual tendrás que desmontar la persiana y el eje con la ayuda del destornillador.
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Desprendimiento de uno de los flejes que unen el eje a la persiana
La persiana permanece unida al eje por dos o más flejes. Por eso, cuando alguno de ellos se parte o se desprende, la persiana puede ladearse y quedarse atascada en las guías. Para arreglarla, has de adquirir un nuevo fleje e incorporarlo al mecanismo de la persiana en el punto apropiado.
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Para saber qué hacer ante otro tipo de averías, puedes consultar nuestro post sobre los problemas más frecuentes en persianas. O ver este vídeo sobre cómo cambiar la cuerda de una persiana .Y si necesitas una ayudita extra para dejar niquelada tu persiana, recuerda que tienes a tu disposición a los persianistas de HomeServe expertos en la reparación de persianas.
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