¿Te ha picado el mosquito del reciclaje creativo? ¡5 síntomas que demuestran que sí!
Su avance es imparable. Sus niveles de contagio, un fenómeno sin precedentes.
El Upcycling o reciclaje creativo es un "trastorno de personalidad" sano que te empuja con fuerza a enfrentarte al sistema de usar y tirar que aún subyace en nuestras formas de vida y de consumo. A los enfermos de mayor grado se los conoce por varios nombres: upcyclers, recuperadores… y también por sus efectos secundarios: ahorradores, consumidores responsables… Su transmisión es cultural. En ocasiones, se propaga por los medios de comunicación –como este blog, o nuestro otro blog en 20minbutos.es: Un hogar con mucho Oficio o muchos otros de amigos como Yonolotiraría, Home Sapiens, Handbox, 2nd Funniest Thing…- y no existe vacuna conocida: una vez te inoculan el sentido común de reparar y reutilizar, nunca vuelves a ser la misma persona. Es como un súper poder que se desarrolla de forma lenta pero continua. Y existen cinco efectos secundarios que puedes detectar con facilidad, en ti mismo y en quienes te rodean.
Presta atención, porque la salud del planeta que habitas depende de que estos 5 síntomas empiecen a producirse urgentemente en toda la población mundial... ¿Los tienes?
1. “¿De qué está hecho esto?”
Empiezas a prestar más atención al material con que está fabricado todo lo que te rodea. Esa mesa es de plástico; aquella lámpara es de metal; estas bombillas son LED… Aprendes a diferenciar la madera maciza del conglomerado y a ver de golpe las posibilidades de reciclar muebles que otros tirarían a la basura.
Por supuesto, como consecuencia de esto… .
2. Prestas total atención a la basura que generas, y la separas concienzudamente
Plástico al contenedor amarillo, vidrio al verde, papel y cartón al azul… En las cenas en casas de amigos, te tiras de los pelos cuando alguien lo tira todo al mismo cubo. Y obviamente, como consecuencia de ello…
3. Conoces al dedillo los puntos de reciclaje y recogida de residuos especiales más cercanos a tu casa y a tu trabajo
Para tus amigos y vecinos, eres el Willie Fogg del reciclaje. En tu portal aún retumba el eco de tu voz: “no vayas a la plaza de Fulanito, que tienes uno más cerca aquí en la calle de Menganita.” Y desde luego, cuando vas a desechar objetos o materiales como electrodomésticos, pilas, contaminantes, etc. tienes siempre en cuenta dónde está el Punto Limpio más cercano (buscador de la OCU).
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4. Las 3 Erres –reutilizar, reciclar, reducir- son para ti como…
Messi, Neymar y Suárez, si eres del Barça. Benzemá, Bale y Cristiano, si eres del Real Madrid. Gabi, Miliki y Fofó, si eres más de pasarte por casa de don Pepito y don José. Por eso siempre miras con pavor el cubo de la basura y te llevas las manos a la cabeza cuando compras un producto con demasiado envase para tan poca chicha. Se llama Consumo Responsable, y es una actitud que necesitamos incorporar como consumidores, mientras motivamos a las marcas a producir con más cabeza. “¡Madre mía, pero cómo podemos producir tanta basura, esto no puede ser!” es una de las máximas que se suelen oír en tu casa. Evidentemente, conoces al dedillo la distinción entre el reciclaje y la reutilización. Aunque, por si acaso, te dejamos un ejemplo práctico y muy gráfico… la diferencia entre reciclar y reutilizar una botella de vino:
5. “’¡No lo tires, que eso te lo arreglo yo!”
Es tu mantra. Tus amigos lo saben, y siempre te preguntan cómo reparar ese objeto roto o ese electrodoméstico averiado para el que no encuentran recambios originales.
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Tú te ofreces a arreglarlos siempre a cambio de unas cañas y, aunque el placer de la recompensa es enorme, lo harías encantado simplemente por el gustazo de ayudar a prolongar la vida de las cosas, en lugar de acelerar la destrucción de nuestro entorno natural.
¿Quieres ver hasta qué punto se puede hacer maravillas con objetos que parecían inservibles?
. Pues echa un vistazo a estas 10 piezas de reciclaje estilo Steam Punk a partir de… ¡Minas antisubmarino!