Si quieres reciclar un palé, te enseñamos cómo prepararlo antes con seguridad

Son ya incontables las ideas con palets que parecen en nuestro blog. Y aunque todos escribamos de manera diferente (palet o pallet), palé es el único término reconocido por la Real Academia Española. Su auge como material de primera para reciclar llegó con el boom del do it yourself, esta corriente que tanto amamos y que busca aprovechar en él lo que se antes consideraba un escombro de obra.

¡Tablones de madera! ¿Basura? ¡Qué desperdicio! Hoy sabemos cómo convertir un palé en un mueble de diseño, o cómo reciclar palés para decorar y transformar tu terraza sin taladrar ni pintar. Pero algo en lo que pocas veces ponemos la lupa en estos tutoriales es el estado previo de estas valiosas piezas de reciclaje.

Y resulta fundamental fijarnos bien en factores como su procedencia, su acabado o los productos que transportaba para poder incorporar la decoración con palets a nuestro hogar, con total seguridad.

Hay una serie de preguntas que tendrás que hacerte cuando te plantees reciclar un palé. ¿De dónde lo has sacado? ¿Estaba en la calle? ¿En un contenedor? ¿Proviene de un almacén de productos químicos? ¿Alimenticios? Si no tienes clara su procedencia, limita sus posibilidades de uso: no lo emplees para crear una pieza o un mueble que entre en contacto con comida, ni para dormir sobre él.

Si está sucio o reblandecido por la lluvia, tiene manchas de aceite o grasa, o huele mal, deséchalo. Lo mismo si ves termitas o pulgas, algo habitual cuando llevan un tiempo expuestos a la suciedad de la intemperie callejera. La mayoría de las veces, los palés tienen astillas, a veces en zonas menos visibles. Así que no te confíes y usa unos guantes gruesos para manipularlos, y líjalos bien para asegurar que nadie se hace daño al entrar en contacto con ellos. Busca bien si tiene clavos y sácalos con todo el cuidado del mundo, si no quieres que un descuido te mande a urgencias a por la vacuna antitetánica.  

¿Cómo puedes desinfectar un palé?

Hay dos pasos fundamentales que deberían aplicarse a todo palé encontrado en la calle:

1. Desinfectarlo cepillándolo con una mezcla de agua y lejía, para después aclararlo con agua.

2. Desinsectizarlo rociándolo con un spray insecticida, y dejándolo después airearse un par de días hasta que el producto desaparezca.

3. E igual de importante que los dos pasos anteriores: dejar que la madera se seque completamente antes de emplearla para cualquiera que sea tu proyecto DIY. Una vez llevado a cabo todo esto, tendrás tu pieza lista para tu obra maestra de upcycling, y podrás pintarla, barnizarla o simplemente lijarla para dejarla al natural.

Tú decides su forma. Pero protégete siempre que vayas a realizar cualquier tipo de manualidad.

Y recuerda que en HomeServe contamos con los mejores manitas que te ayudarán en tu hogar en todo lo que necesites.

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