Cómo ahorrar con el termo eléctrico
Cuando nos desplazamos a viviendas que cuentan con termos eléctricos para calentar el agua, es habitual que nuestros clientes compartan con nosotros su preocupación por que la factura de la luz suba mucho a final de mes. Como siempre decimos en estos casos: con este tipo de dispositivos es inevitable que aumente el gasto, pero hay algunas costumbres que podemos cambiar y una serie de trucos que aplicar para conseguir ahorrar dinero y energía. ¿Queréis conocerlos?
1. Elige un termo programable
Uno de los factores más importantes a la hora de comprar un termo eléctrico es que se pueda programar. Con estos aparatos se puede seleccionar la temperatura y el horario de funcionamiento. Los más modernos permiten, incluso, elegir los días de la semana en que deben permanecer apagados.
Cuando el termo no está funcionando el agua se mantiene caliente en el interior para que la tengamos disponible cuando la necesitemos, pero no se está consumiendo energía.
2. Encuentra la ubicación adecuada
El lugar donde colocamos el termo influye en el gasto, por lo que merece la pena pensarlo bien antes de instalarlo. Las principales recomendaciones para lograr un ahorro significativo son:
- Ubicarlo en el interior de la vivienda para evitar cambios de temperatura bruscos.
- Ponerlo lo más cerca posible de la estancia donde se va a utilizar el agua caliente, como puede ser el baño o la cocina. Cuanto más próximo esté, menor será la pérdida de calor.
3. Escoge un termo con la capacidad que necesitas
Ni demasiado grande ni demasiado pequeño. La clave reside en que cuente con la capacidad justa para que tengamos agua caliente siempre que la necesitemos sin usar más cantidad de la cuenta. Para encontrar el termo adecuado hay que valorar:
- El número de personas que viven en casa. Es importante saber que, de media, cada persona utiliza 30 litros de agua caliente al día.
- Las costumbres, ya que un baño consume más que una ducha.
- Los horarios habituales. Será necesario un termo de mayor capacidad si todos los miembros de la familia se duchan a la misma hora que si cada uno tiene una rutina diferente y existe un tiempo intermedio para que el agua se caliente.
4. Deja el termo encendido
Al igual que sucede con la caldera de la calefacción, dejar el termo en funcionamiento consume menos energía que encenderlo y apagarlo.
Cuando el agua se mantiene a una temperatura estable todo el día, solamente precisará aumentar ligeramente el gasto eléctrico para conseguir que llegue hasta unos grados determinados. Este consumo es menor que el que se necesita para calentar el agua cuando está muy fría porque el termo ha estado apagado.
Esta premisa es válida, por supuesto, cuando utilizamos agua caliente a menudo. Si vamos a pasar un largo periodo de tiempo fuera de casa, es más rentable ponerlo en funcionamiento cuando regresemos.
5. Estudia tu tarifa eléctrica
La mejor forma de ahorrar luz cuando utilizamos un termo eléctrico es programarlo para que funcione en las franjas horarias en que la tarifa que tenemos contratada es más barata.
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Como ya sabes, los técnicos de calefacción de HomeServe conocen todos los equipos y los trucos para que saques el máximo partido a tus aparatos. Pregúntales todas las dudas que tengas para lograr que tu termo eléctrico consuma lo menos posible. Y si quieres ahorrarte preocupaciones, contrata el pack Home Mantenimiento Gas y deja en nuestras manos las reparaciones y el mantenimiento de tu instalación de calefacción.