5 trucos para que tu mampara de ducha siempre esté limpia
La mampara es un elemento clave de tu baño para evitar que toda la estancia se llene de agua y espuma cuando disfrutas de una buena ducha revitalizante.
Pero la —deseable— transparencia de su cristal a menudo hace también invisible este elemento a nuestros ojos.
Y, sin embargo, ocupa un lugar central en el espacio de aseo, resultando fundamental que la mantengamos siempre limpia y a punto para evitar tanto una imagen antiestética como un mal funcionamiento que haga que el agua se abra camino hacia el suelo.
Las mamparas de baño suelen tener dos problemas habituales: la acumulación de cal...
... Y la aparición de moho.
Para evitar estos y otros inconvenientes del agua corriente, te recomiendo que lleves a cabo siempre cinco sencillos gestos de mantenimiento. Pero, antes de desvelarte mis trucos infalibles, debes tener claro lo que hay que hacer para limpiar a fondo una mampara.
Cómo limpiar una mampara de baño muy sucia
Este es el auténtico problema, ¿verdad? Cuando la suciedad no es excesiva, basta con pasar una bayeta con jabón y aclarar. Pero ¿por dónde empezar cuando está muy manchada?
Tranquilo, solo tienes que respirar hondo y seguir estos pasos:
- 1-Elimina el agua acumulada y el polvo del perfil superior. Es una pieza que suele pasar desapercibida y, por lo tanto, termina siendo un foco de gérmenes.
- 2-Limpia las hojas con productos adecuados que no sean excesivamente agresivos. Distribuye el producto de limpieza con un paño suave en movimientos circulares para que se extienda uniformemente por toda la superficie y aclara con agua templada. Cuando hayas terminado, asegúrate de que queden bien secas.
- 3-Revisa las gomas y las juntas. Es fácil que se acumule moho en estos componentes, por lo que debes sacarlas y sumergirlas en agua tibia para asegurarte de que retiras cualquier resto de gel o champú. Antes de volver a colocarlas, sécalas a conciencia.
- 4-Lava el perfil inferior y retira los restos más difíciles con la ayuda de un cepillo de cerdas blandas. Al igual que en los puntos anteriores, no te olvides de aclarar y secar.
El material con el que están fabricadas las hojas te indicará la frecuencia con la que debes lavarlas, aunque siempre es bueno hacerlo al mismo tiempo que limpias la ducha. Las mamparas acrílicas requieren menos cuidados, ya que las manchas se disimulan mejor y la limpieza puede distanciarse. Sin embargo, cuando el vidrio no tiene tratamiento antical las gotas blancas se pueden ver desde el primer momento, por lo que será necesario que las elimines lo antes posible.
Además de no olvidar limpiar ninguno de los componentes de la mampara, resulta imprescindible elegir los productos adecuados para evitar que se estropee.
¿Cuál es el mejor producto para limpiar una mampara de baño?
A pesar de que existen en el mercado numerosos jabones específicos para la limpieza del baño, una vez más, hay productos naturales que siempre tienes en casa y ofrecen unos resultados impecables. Además de proteger el medio ambiente, son implacables con la cal y los gérmenes.
- La acidez del vinagre es perfecta para retirar el moho y la cal acumulados.
- Si mezclas el vinagre con bicarbonato, se formará ácido carbónico, que se descompone en dióxido de carbono y agua: la combinación más segura para la limpieza del hogar.
- El limón también es ácido y puede eliminar los restos de verdín y de cal de la mampara.
- Si necesitas algo un poco más fuerte, puedes utilizar lejía, un producto muy potente contra el moho que dejará el baño completamente desinfectado.
Trucos para mantener limpia la mampara de baño
Ahora que la mampara de tu baño está como los chorros del oro, es el momento de empezar a incluir en tu rutina de limpieza los cinco trucos que siempre recomiendo a mis clientes para que la suciedad no se acumule:
1. Aclarar la mampara después de cada ducha
La cal tiene una particularidad y es que se desprende y cae por el sumidero cuando usamos agua caliente, pero no cuando está fría.
Por eso tiende a aparecer más en verano y en lugares de la casa donde se lavan ropa o utensilios de cocina, como lavadoras y fregaderos.
En cualquier caso, te recomiendo que te hagas con una espátula de goma para secar la mampara de una pasada tras tu ducha diaria, y evitar así que deje restos.
2. Ventilar el baño después de cada uso
El otro gran enemigo de tu mampara, el moho, no es otro que un poco de aire fresco que descongestiona toda la humedad concentrada tras una ducha.
Y la mejor manera de ventilar es abrir la ventana y la puerta para que corra el aire y se seque y disperse cada gota de agua descarriada.
Si además ayudas a este proceso natural secando la mampara con la susodicha espátula de goma, o una pasada de toalla o papel, mejor que mejor.
3. Hacer una limpieza periódica en profundidad
Y esta periodicidad dependerá de dos factores: cuánto caso me hayas hecho en los dos apartados anteriores y la dureza del agua en tu lugar de residencia.
A mayor dureza del agua, más cantidad de cal en todas las zonas húmedas de tu hogar.
Recuerda que agua dura es aquella con una alta composición de minerales, especialmente magnesio y calcio. Como bien saben los fontaneros, la cal del agua provoca incrustaciones de carbonatos en lavadoras, calentadores y planchas, obturándolas poco a poco, sobre todo en ciertas partes de España por la naturaleza calcárea de sus suelos (especialmente de aquellos más cercanos a la costa levantina, como puedes ver en este mapa):
Así pues, lo mejor para evitar la aparición de esa capa blanquecina que anuncia la llegada de la cal, es limpiar cada dos semanas con una solución lo más natural posible.
Piensa que los limpiadores antical que encuentras en el supermercado tienen un PH muy por debajo del PH neutro, y agredirán a la protección del vidrio y a aquellos elementos brillantes de aluminio o plástico, tanto de la mampara como cerca de ella.
Mejor echa un vistazo a estos remedios secretos de la abuela, totalmente ecológicos y low cost que te revelo en este post (¡y comparte si te gustan!):
4. Revisa perfiles y burletes en busca de moho
Tanto la perfilería de silicona como las partes móviles rematadas con burletes de plástico son zonas muy deseadas por ese recubrimiento velloso o filamentoso producido por diversos tipos de hongos sobre materia orgánica, que provoca su descomposición; forma una capa de color negro, azul, verde o blanco… y llamamos moho.
De nuevo, piensa eco y acertarás: no uses estropajos duros, y así evitarás rayar y estropear estas superficies delicadas.
Mejor, un poco de agua caliente con vinagre, o cualquiera de las ideas del punto anterior, aplicadas con un paño y mucho cariño.
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5. Opta por una mampara antical en tu próxima reforma
La última idea es la más taxativa y duradera: si vas a renovar el baño, elige tratamientos antical —o que faciliten su limpieza— en el vidrio, que no es otra cosa que superficies con mayor tensión superficial que repelen la adherencia del agua.
Para ser totalmente precisos, no se trata de un producto autolimpiante, sino de una ayuda que reduce la necesidad de limpieza hasta en un 80%.
Y si ese baño que te ha quedado en perfectas condiciones en algún momento sufre alguna avería, no dudes en contactar con los mejores fontaneros que te ofrecemos. Para olvidarte de todo, contrata uno de nuestros packs de reparaciones de fontanería y deja en nuestras manos el mantenimiento y cualquier imprevisto que surja en tu instalación a lo largo de todo el año. ¡Contrátalos online con un 10% de descuento! Ir a contratación online>