Cómo crear con tus propias manos este colgador de tazas DIY

Arropados por la maravillosa gente de Yo Dona y Handbox (y por varios ventiladores estratégicamente situados), dos grupos de bloggers y seguidores de estas tendencias ‘hazlo tú mismo’ nos pusimos manos a la obra en el espacio reservado de HomeServe.

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El objetivo era lo suficientemente sencillo para llevarse a cabo en cerca de una hora y media, y lo suficientemente molón como para presumir de él durante el tiempo que cuelgue en una de nuestras paredes favoritas. Hablamos de crear un original mueblecito, entre lo rústico y lo vintage, donde exponer con orgullo nuestra colección de tazas (por supuesto, yo lo estrené con nuestra taza corporativa bien sonriente).

Hoy me toca contaros ese pequeño secreto a voces en forma de instrucciones paso a paso para que podáis llevar a cabo esta misma manualidad en vuestra propia casa.

Así que, antes de nada, empezaré por los MATERIALES:

– 5 listones de madera de pino. Tres de 35 cm x 8 cm x 2 cm, y dos de 40 cm x 8 cm x 2 cm.
– Pintura: barniz.
– 1 paletina y 1 pincel (opcional).
– Cuerda para colgarlo (70 cm aprox.).
– 4 colgadores o escarpias.
– 1 martillo y 1 taladro atornillador.
– Clavos.
– Lija de grano suave, medio o grueso.
– Regla y lápiz..

Vamos ahora con el PASO A PASO

Dividiremos básicamente esta creación en tres procesos bien diferenciados: el montaje del colgador (una labor de marquetería), su posterior pintado, y el último acabado (al gusto de cada manitas).

Montaje de la estructura del colgador de tazas

1. Lo primero es cortar y lijar la madera. Puedes solicitar los listones en tu tienda de bricolaje habitual ya cortados y te ahorrarás este paso, pero te perderás esa labor tan gratificante que envidio de nuestros compañeros los carpinteros de la madera, como el maestro Enrique Lorenzo, profesional de HomeServe que nos guió a lo largo de todo el proceso. .
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.2. En cuanto al tipo de madera, nosotros elegimos para este proyecto el pino, pues resulta ligero y por tanto más sencillo de manipular y colgar con seguridad. Además, al tener una madera más blanca, después es más fácil elegir el acabado deseado a partir de nuestro tono de barniz favorito.

3. Para lijar, optamos por una lija de grano medio, suficiente para terminar con asperezas y astillas con este tipo de madera sin eliminar sus bonitas formas y vetas originales (aunque este punto dependerá de qué opción elijas tú).

4. Una vez listas las piezas, colócalos como ves en las imágenes: tres delante y dos detrás (aunque puedes decidir la forma de tu estructura libremente, ¡como hizo nuestra gran amiga Marisa!).

5. Luego, marca con ayuda de un lapicero suave, la zona en la que quieras colocar los listones. Te ayudará como guía para colocar los clavos y después empezar a martillar.
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6. Cuando todo tenga claro su sitio, haz dos taladros para colocar finalmente la cuerda que te servirá para colgarlo en la pared donde quieras lucirlo.

Llega el momento de la pintura

1. Elige el acabado que quieras. Existen diferentes tipos de barniz: brillo satinado y mate, y dependiendo del efecto que más te guste puedes optar por uno u otro. También puedes utilizar pintura de colores, aunque mi recomendación es que respetes el estilo rústico de la madera para que quede más natural y vintage.
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2. Empieza a pintar, dando brochazos siempre en el sentido de las vetas de la madera.

3. Deja secar el tiempo indicado por el fabricante, aunque si utilizar pintura al agua, la espera no será muy larga.

Acabado: dale tu toque único y personal

1. Marca la zona en la que quieres colocar cada una de las tazas y coloca las escarpias (también puedes utilizar alicates para evitar hacerte daño al enroscarlas en la madera).
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2. Coloca la cuerda con la longitud que desees para el espacio con el que cuentas.

3. Decora a tu gusto (con pinceles y pintura, rotuladores, cuerda, plantillas, washi tape, papel de décopatch, pirograbador… ¡tú eliges tu estilo y tus herramientas!). En la imagen, nuestra amiga Sara, de Mamis y Bebés, dándole su toque personal con pintura magenta.
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.¡Y disfruta exhibiendo con orgullo tanto tu colección de tazas como el fruto de tus manitas! 😉

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