¿Es tu casa tan creativa como la de los más creativos del mundo? (1 de 2)

Te pongas como te pongas, tu casa es un reflejo de ti. El orden que se aprecia en ella, el nivel de limpieza, el estilo decorativo, el acumulamiento o no de enseres en cada estancia… No solo se trata de que lleves a cabo tú mismo las reparaciones de aquellas averías que vayan surgiendo, o de lo bien que se te de el mantenimiento de tus electrodomésticos.

La estética entre tus paredes da muchísimas pistas hacia quién eres y a qué te dedicas. Todo habla tu idioma, tanto interior como exterior. Por eso, si tienes una idea brillante para una reforma y quieres que los mejores profesionales de todo el país la lleven a cabo para ti, cuenta con nosotros. Y hay otro detalle importante, en el probable caso de que seas freelance o trabajes mucho tiempo en casa: tu hogar es también tu oficina.

Por eso resulta muy interesante imaginar las casas de aquellos que lideran las industrias más creativas en todo el mundo.

Esos mismos profesionales que encuentran futbolines, half-pipes de patinaje y máquinas recreativas en sus oficinas de diseño. ¿Cómo serán sus casas? Una revista del sector creativo ha entrevistado a los más molones de entre los grandes diseñadores, directores de arte y CEOs de las start-ups más prometedoras. Y esto es lo que esconden bajo su techo…

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Tobias Van Schneider, Director de Arte en Spotify

Este hipster de manual define su hogar como un lugar práctico y casual. Él y su novia acumulan muebles de muy diverso estilo, algo que a él le agrada especialmente, porque hace sentir muy auténtico a cada uno de los rincones que comparten. Las piezas, admite, fueron llegando gradualmente con el paso de los años, así que no hay una planificación ni una visión global de la decoración. Su detalle preferido es que su casa tiene ventanas a ambos lados del edificio, así que la evolución del sol durante el día va rellenando de luz su hogar de una forma muy progresiva.

Su sitio favorito de toda la casa es su sillón Eames acompañado por su otomana a juego. Los arquitectos Charles y Ray Eames se propusieron en 1956 actualizar los antiguos sillones de club inglés. Y vaya si lo consiguieron.

Chuck McBride, Fundador de la agencia Cutwater

Este emprendedor creativo reconoce que la arquitectura californiana de los años ‘50s no estaba pasando por su mejor momento. Así que este rancho que atrae el solecito, cuyos reflejos en el lago de la parte de atrás iluminan la casa incluso durante el invierno, tiene el paisaje y la iluminación natural como sus grandes fuertes. El gran hallazgo que contiene su hogar desde el punto de vista decorativo es una gran cabeza de Buddha hecha en Tailandia, para la cual Chuck y su mujer compraron a juego una mesa de te alargada de madera, y un sofá del mismo estilo, para crear un pequeño Bali en Larkspur, donde se encuentra la casa.

Para trabajar, Chuck confía su inspiración al cambio permanente. Cuando escribe en un rincón de su casa y nada fluye, se mueve a otro. Y casi siempre termina escribiendo en la isla de la cocina, donde cocina sus guiones y estrategias publicitarias.

Joanna Monteira, Directora Creativa de FCB Brasil

Vive en un dúplex reformado porque le encanta tener mucho espacio. Y adora su librería porque, reconoce, es un autorretrato: sus novelas favoritas, sus fotos, cosas que recoge de diferentes partes del mundo… Aunque no le gusta la acumulación de cosas. Afirma que el espacio libre es necesario para crear, para imaginar, y para que su hija pueda bailar por la casa. Le encanta tener arte en casa, además del que crea su hija para ella. Su pieza favorita es una foto de Rita Lee, la roquera brasileña más famosa de la historia, que revolucionó la música en los ‘60s con el grupo Os Mutantes durante el movimiento Tropicalia.

Además, Joanna adora su mesa del salón de estar, en torno a la cual trabaja, come, ve la tele y habla con su hija.

Kate Stanners, Creative Partner de Saatchi & Saatchi London

Kate es otra loca de la mesa de la cocina. En ella comprueba sus e-mails y comparte tiempo con su hijo. Si tiene que trabajar duro, se dirige a su escritorio, donde le espera toda la tranquilidad que necesita para concentrarse y una espectacular ilustración del artista David le Fleming en la que aparecen su marido y su hijo.

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