Inspiración Do It Yourself: una silla 2.0 con tus cables sobrantes
¿Cuántas veces al mes encuentras en la calle muebles viejos y abandonados?
Seguro que los repasas con tu mirada durante unos segundos muy intensos. Analizas qué tienen roto, si están tan pasados de moda o si tienen tan poco valor como para haber terminado en esta acera. Y lo haces porque sabes, muy adentro de ti, que cada objeto, por viejo o deteriorado que esté, oculta un potencial. Te pide a gritos una segunda oportunidad. A veces, basta con una mano de pintura. Otras, con un poco de pegamento. La mayoría de las veces, podrías cambiar el estilo de la pieza con unos toques aquí y allá. Y convertir un mueble casposete y antiguado en una cómoda vintage shabby chic totalmente restaurada, por muy poquito dinero.
Y lo más importante: disfrutar de una pieza única. Made by you.
Por eso, hoy te traemos un poco de inspiración. Casi, podríamos decir que radical, por la fusión tan inesperada y el resultado tan aparente y original.
El bueno de Patrick Hoesterey se encontró esta silla desvencijada en una esquina. Como ves, el entramado de plástico que formaba el respaldo y el asiento estaban hechos polvo, difíciles de recuperar. Pero decidió que por una parte no merecía la pena desahuciar el todo. Así que se centró en conservar el marco metálico y empezó a pensar con qué sustituir las superficies de contacto con el cuerpo. Un entramado… algo que trenzar… algo que me sobre y de lo que tenga cantidades industriales… ¡ya está! ¿Cuántos cables has ido acumulando desde que tienes ordenadores habitando en casa?
Obsoletos, rotos, viejos… uno a uno, Patrick ha creado dos redes que ha rematado con los extremos originales, para “revelar el origen y la historia de cada cable”. Hay de todo: USB, FireWire, ethernet, electricos, RCA de audio, conectores de iPod, cargadores de teléfono y muchos más.
En total, 70 cables.
¡Y resultan algo más flexibles de lo que piensas!
Es una de las sillas más originales que hemos visto, ¿Y tú? Y lo mejor de todo: fíjate si ha revalorizado una pieza antes condenada al ostracismo callejero, que Patrick la ha puesto a la venta en Etsy a un precio nada despreciable: 386€. Probablemente te parezca tan excesivo como a nosotros, pero una cosa es cierta: la imaginación sí que tiene un valor incalculable ;) Si te ha gustado esta aventura de reutilización, seguro que te encantará lo que hizo el artista estonio Mati Karmin con estas minas antisubmarino de la II Guerra Mundial…
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