La polución atmosférica ha bajado por el COVID-19, ¿Se mantendrá así después?
La pandemia del coronavirus ha dejado a la industria en punto muerto y, como consecuencia, ha reducido los niveles de polución en todo el mundo. ¿Qué pasará después?
A raíz del COVID-19 y de los confinamientos dictaminados por los diferentes gobiernos europeos, además de la lógica disminución de los vuelos internacionales y la reducción de la actividad industrial, se han observado niveles de polución bajísimos, por debajo del 50% en algunas capitales.
Con la economía mundial a un punto muerto mientras la pandemia se extendía por todo el planeta; con las fábricas cerradas; con los coches aparcados en garajes, la contaminación atmosférica se ha disipado en las ciudades.
La capital china Beijing, conocida por tener niveles de contaminación tóxicos cubriendo la ciudad, ha podido disfrutar de cielos despejados cuando las fábricas de la región han cerrado la producción. Los problemas de China con la contaminación del aire son graves, ya que se estima que la polución causa un millón de muertes prematuras al año.
En Europa, la situación es similar y, a corto plazo, el cambio parece milagroso. Las imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea muestran niveles reducidos de dióxido de nitrógeno, gas que causa problemas respiratorios, en las principales ciudades del continente, incluyendo París, Madrid y Roma.
Las ciudades de los EE. UU. han visto efectos similares desde que los estadounidenses se quedan en sus casas en ciudades con grandes volúmenes de tráfico como Los Ángeles y Nueva York.
Volviendo a Europa, los niveles medios de dióxido de nitrógeno en Madrid se han reducido en un 56% semana tras semana, después de que el gobierno impusiera el cierre nacional. En capitales como París, Milán o Roma, la reducción de NO2 es similar en proporción.
Por otro lado, los niveles de contaminación atmosférica en algunas regiones de Polonia siguen siendo relativamente altos a pesar de las restricciones, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).
Cómo influye la contaminación en la economía y la sociedad ante el COVID-19
Por un lado, estos bajos niveles de contaminación ambiental en nuestro país y en otras zonas del resto del mundo se deben al confinamiento, que ya tiene consecuencias económicas severas. Esto debemos tenerlo presente porque no se trata de una reducción voluntaria de las emisiones contaminantes.
Sea como sea, la reducción de los niveles de polución ambiental tiene implicaciones en cuestiones de salud. La contaminación es responsable de multitud de enfermedades respiratorias y estas, a su vez, pueden ser un problema serio cuando las personas que las padecen entran en contacto con el COVID-19.
Actualmente, los científicos están realizando estudios para evaluar la relación entre la contaminación del aire y el Covid-19, aunque un estudio de 2003 sobre las víctimas de la enfermedad respiratoria SARS encontró que los pacientes en regiones con niveles moderados de contaminación del aire tenían un 84% más de probabilidades de morir que aquellos en regiones con baja contaminación del aire.
El impacto positivo de la baja contaminación está en la menor incidencia de esta en problemas de salud, lo que redunda en un menor coste sanitario para la atención de los pacientes y la administración de tratamientos. Como es lógico, es deseable que la reducción de emisiones se mantenga tras la pandemia, pero ¿será posible?
La contaminación y las viviendas, ¿cómo les afecta?
La contaminación ambiental afecta a las viviendas de diversas maneras. La primera, y más evidente, es que la exposición de los edificios a la polución favorece en muchos casos la formación de suciedad en las fachadas, es decir, problemas de conservación.
Las reacciones químicas sobre los materiales de los elementos constructivos del edificio con los atmosféricos, con productos contaminantes del ambiente e, incluso, por organismos vivos microscópicos, generan lesiones químicas:
• Eflorescencias, es decir, se generan cristales de sales solubles en alguno de los elementos constructivos por donde circula el agua.
• Oxidación, que se produce cuando la superficie de los metales se degrada por el contacto con el aire y otros elementos.
• La corrosión, que implica la pérdida de material metálico. Suele aparecer como consecuencia de un proceso de oxidación-reducción y afecta a todos los metales en mayor o menor medida.
Todos estos fenómenos se ven agravados en situaciones de alta polución, en especial, como es lógico, la suciedad de las fachadas y otros elementos. Por añadidura, el aire contaminado penetra en el interior de las viviendas cuando ventilamos las estancias, sumando sus efectos a otros focos de contaminación del ambiente del hogar.
Desde HomeServe estamos volcados con el bienestar y confort de nuestros clientes y toda nuestra actividad está encaminada a hacer que todo funcione correctamente en su hogar, así como en los comercios y comunidades. Nuestra línea de Real Estate se centra en la adecuación de los activos inmobiliarios facilitando su gestión.
Además, en HomeServe nos sumamos a este deseo, poniendo nuestro granito de arena en relación con la conservación del medio ambiente, la reducción de las emisiones de gases contaminantes a través de campañas de concienciación y promoviendo hábitos y acciones sostenibles.
Y no olvides que durante este confinamiento por el COVID-19 seguimos activos atendiendo urgencias y todos los servicios necesarios para garantizar la habitabilidad y seguridad de las viviendas para todos nuestros clientes.