Automatización inteligente y utilities. Claves para sacarle partido
La automatización está presente, cada vez más, en las utilities y el sector energético. Esta tendencia crece desde 2017 y es cada vez más importante, pero en algunos casos siguen existiendo reticencias a la implementación de procesos automatizados.
La introducción de la inteligencia artificial, en concreto de algoritmos de machine learning para mejorar procesos e impulsar la eficiencia, se encuentra con algunas barreras de entrada en las empresas, según se desprende de un reciente informe llevado a cabo por Capgemini.
Este informe, titulado «Intelligent Automation in Energy and Utilities: The next digital wave», pretende reflejar cómo el modelo de negocio tradicional de energía y utilities se está enfrentando a cambios tecnológicos y una mayor competencia. Es algo muy similar a lo que destacamos cuando hablamos del reto de la generación distribuida de energía. El informe indica que la automatización y la inteligencia artificial serán fundamentales para ayudar a estas compañías a cumplir los objetivos contra el cambio climático, y también a hacer frente a la creciente demanda de energía limpia, barata y confiable.
Las primeras conclusiones del estudio son que casi la mitad de los encuestados subestimaron los beneficios de la automatización inteligente; el 18% de las organizaciones están implementando casos de uso «quick win»; y el 15% de los encuestados afirmaron estar trabajando con múltiples casos de uso de automatización inteligente.
«Quick win», la mejor estrategia para introducir la automatización
Se llama «quick win» a aquellas tareas, procesos o acciones que consiguen un beneficio relativamente grande con respecto al poco esfuerzo que requieren. Este concepto se aplica en el mundo del marketing, en el de la productividad personal, pero también aplica en situaciones en las que se introduce una nueva tecnología.
Muchas veces, ver el potencial real de una nueva tecnología es complicado. En el caso de los encuestados que subestimaron los beneficios de la automatización inteligente, está claro: probablemente comenzaron por ideas o proyectos demasiado ambiciosos, y no terminaron de ver el posible retorno de dichos proyectos, o no los consideraron rentables.
Según el informe, el 80% de las organizaciones están dejando pasar la oportunidad de realizar quick wins para casos de uso críticos. Tan solo el 18% de las empresas de energía y utilities lo están haciendo —por ejemplo, aplicando la automatización a temas como la previsión del consumo, al comercio de energía, la optimización de rendimiento, los interfaces de comportamiento de red y la gestión de quejas—.
En cambio, poco más de un tercio de los encuestados, el 38%, centran sus esfuerzos en casos de uso que son fáciles de implementar, pero que tienen un beneficio positivo.
¿Cómo puede beneficiarse el sector energético y utilities de la automatización inteligente?
Los beneficios de la automatización inteligente son muchos. La inteligencia artificial agiliza los procesos, y al automatizar las tareas más complejas se consigue liberar al trabajador para que se pueda dedicar a tareas de mayor valor añadido.
En algunos sectores, la automatización aumenta la seguridad. Por ejemplo, el sector químico o el farmacéutico, pero también podemos pensar en el sector energético.
Según el informe de Capgemini, el valor que aporta la automatización a los sectores foco del estudio se centra en el impulso de las operaciones, en el crecimiento y en la atracción de nuevos clientes. Por ejemplo:
• El 40% de los encuestados afirma haber visto un aumento en la calidad de las operaciones.
• El 45% ve crecimiento en los clientes potenciales de entrada.
• El 81% mejoró la experiencia del cliente gracias a las respuestas más rápidas y precisas, fruto de utilizar algoritmos de machine learning para la atención al cliente.
• El 78% vio una reducción en el número de procesos relacionados con consultas y compras.
• El 32% declaró haber aumentado en la productividad del personal.
En términos generales, la inteligencia artificial y la automatización suponen un ahorro general en los costes operativos, además de conseguir elevar la satisfacción de los clientes —gracias a los procesos más eficientes, las respuestas más rápidas y, cada vez más, a las capacidades predictivas de los algoritmos, sobre todo en cuanto a consumo eléctrico o de agua—. Todo esto redunda en un claro beneficio en términos de beneficios económicos para las empresas.
