Cómo evitar imprevistos en las segundas residencias
En España, según los datos del INE existen 6,5 millones de segundas residencias, lo que supone un 25% del todo el parque inmobiliario. Contar con una segunda vivienda tiene una cantidad considerable de beneficios, como la posibilidad de cambiar de aire de vez en cuando o de relajarnos en otro ambiente si no podemos irnos de viaje más lejos, destinarla al alquiler… pero también implica algunas obligaciones como gastos de mantenimiento que pueden aumentar, e incluso duplicarse, si no estamos pendientes de las necesidades y revisiones de la vivienda. A esto hay que sumar que, por lo general, las segundas residencias están vacías, se visitan los fines de semana o incluso, de año en año, por lo que los desperfectos, las fugas de agua o gas o las humedades pueden aparecer en cualquier momento y pasar desapercibidas hasta nuestra próxima visita.
Esta posibilidad siempre latente hace que a las personas que tienen una segunda vivienda le surjan dudas e inquietudes sobre el estado en el que se encuentra su casa. De hecho, tal y como apuntan desde la empresa especializada en reparación y mantenimiento del hogar, HomeServe, esto ha generado un aumento de la contratación de servicios de reparaciones para segundas viviendas en los últimos meses.
Así, ante este aumento de la demanda, los expertos de la empresa nos dan algunas claves para ayudarnos a tener claro qué es lo que debe ofrecer un servicio completo de asistencia que garantice la seguridad del inmueble y el correcto funcionamiento de los elementos que lo componen durante todo el año.
En este sentido, la primera recomendación es realizar una visita periódica de la residencia para revisar y vaciar el buzón, airear la casa, asegurar el funcionamiento de ventanas y persianas, entre otros. “Estas parecen acciones irrelevantes, pero mejorarán la calidad del inmueble a largo plazo y proporcionarán sensación de que la vivienda está habitada, a la vez que evita problemas de seguridad”, señalan.
A continuación, sostienen que no puede faltar una revisión anual básica de los suministros que incluya la revisión periódica de los contadores; comprobar que luz, agua y/o gas funcionan de forma correcta; y por último, que no ha habido fugas o goteras en nuestra ausencia. “También se debe revisar el estado de los electrodomésticos y que estos funcionan de forma adecuada, que no se ha quedado agua estancada en el lavavajillas o que no existan pérdidas de gas en el aire acondicionado, por ejemplo”, añaden.
En las zonas de costa, las tuberías, los electrodomésticos y el aire acondicionado están más expuestos a averías por el alto contenido de cal del agua. Por ello, los expertos recomiendan la instalación de descalcificadores que ayudarán a reducir las probabilidades de avería.
Por otro lado, la limpieza integral de la vivienda. Tanto para lo que alquilan su vivienda como para los que la utilizan para escapadas o periodos vacacionales. En este sentido, subrayan que “no se trata solo de garantiza la seguridad y el correcto funcionamiento de la residencia vacacional, sino de que esta se encuentre en perfecto estado en el momento en que será utilizada. Así evitaremos la aparición de plagas, o el deterioro del inmueble”.
Por último, insisten en que “es importante que los propietarios de una segunda vivienda tengan en cuenta que son estos los servicios que puede ofrecer una asistencia integral para la tranquilidad de los clientes y que, al contratarlo, las preocupaciones serán menores y el gasto también, ya que prevenir cualquier inconveniente disminuye los gastos imprevistos que siempre son más altos”.