¿Cómo elegir un deshumidificador y sacarle el máximo partido?
Después de este post querrás que los humidificadores sean una nueva categoría del Trivial. ¡Porque vas a convertirte en todo un experto! Descubre características y purifica el aire de tu casa.
Ya sabes que un exceso de humedad en tu hogar puede provocar múltiples problemas de salud como empeoramiento de asmas y alergias, además de la aparición de humedades y goteras, y la corrosión de electrodomésticos, ropa y otros materiales.
Para evitar esto están los deshumidificadores
Decidirte por un modelo es sencillo pero requiere que prestes atención a algunos datos concretos del aparato, además de calcular las necesidades del entorno que quieres deshumidificar. Fíjate en la capacidad de absorción de la humedad de los modelos que estés comparando, para calcular si será capaz de eliminar la sobrante en el recinto que necesitas tratar. Los litros que se aspiran al día están determinados por la temperatura ambiente y la humedad relativa existente en el espacio. También debes fijarte en el consumo del aparato, escogiendo aquel más eficiente y con menos consumo comparado con sus prestaciones. El gasto energético dependerá, claro, de la unidad que escojas (potencia, capacidad, sistema…) pero también del uso que le des, las condiciones en que deba trabajar, etc.
¿Cómo funcionan?
Son equipos de un uso sencillísimo y apto para cualquier hogar. En el caso de los equipos domésticos, basta con enchufarlo. Así, sin instalación de ningún tipo. Cada aparato tiene un depósito con un sensor que indica cuándo está lleno. Así, al detectar ese momento límite, la unidad se detiene para evitar fugas de agua.
Los deshumidificadores domésticos están conectados a la red eléctrica y puedes trasladarlos de una habitación a otra dependiendo de tus necesidades, ya que son portátiles –con ruedas- para un traslado sencillo. Los equipos frigoríficos, más grandes, tienen dos posibilidades de instalación: puede ser en ambiente o para conductos. Los primeros se colocan en suelo o pared, solo requieren alimentación eléctrica y un tubo de desagüe. Las unidades para conductos requieren un instalación que permita repartir el aire ya deshumidificado por toda la superficie del recinto.
¿Cuáles son sus usos más habituales?
Cada vez se emplean más en todo tipo de viviendas, locales, oficinas y almacenes. Su perfeccionamiento y abaratamiento los hacen más accesibles, y según las épocas del año y las zonas del país, hay puntos geográficos en que su uso se hace totalmente necesario.
Los lugares en que se guardan materiales delicados como papeles, telas, maderas o similares son especialmente sensibles a la humedad (por tanto, también los museos, galerías de arte y salas de exposición), así como otros lugares donde la humedad puede hacer peligrar condiciones de salud, como hospitales, clínicas, lugares en que se manipula o procesa comida y alimentos, etc. Por ello, y para adaptarse a todas las necesidades, hay varios métodos de deshumidificación, que vienen marcados por el sistema que emplea para lograr su objetivo.
Los dos métodos más habituales de deshumidificación, son:
-Modelos frigoríficos o de condensación: emplean un circuito convencional hermético de refrigeración. Son muy eficaces para retirar la humedad del aire, siempre y cuando este tenga un punto de rocío superior a los 12ºC.
-Modelos desecantes o de adsorción: Especialmente recomendados para lograr y mantener niveles bajos de humedad a bajas temperaturas (hasta -35ºC), o independientemente de la temperatura.
Mucho más eficaz pero también costoso, se emplea en casi todas las industrias susceptibles de tener problemas con la humedad: químicas, alimentarias, navales y farmacéuticas, pistas de hielo, depuradoras de agua, etc. Si tienes dudas o necesitas de la ayuda de un profesional, cuenta con el asesoramiento de nuestros fontaneros expertos en humedades y goteras para resolver cualquier problema en tu hogar.
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