Cómo renovar de forma creativa tu habitación

Hay muchas formas económicas de darle un aire nuevo a tu dormitorio. Pintar las paredes, cambiar la disposición del mobiliario, renovar la decoración… Pero hoy te ofrecemos una manera original, inteligente y muy divertida de convertir tu habitación en algo nuevo y deslumbrante: crear tu propio cabecero de cama. No hace falta ser un gran carpintero para ello, te lo prometemos. Solo echarle imaginación, ganas y mucho ojo, para saber reciclar, reutilizar y aprovechar así al máximo los materiales que tengas a mano y saber descubrir en ellos una segunda vida como protagonistas y albaceas de tus sueños.

Por eso hemos recopilado para ti una selección de los cabeceros DIY más originales, ingeniosos y decorativos que hemos encontrado por la red. Disfruta con la inspiración de estos grandes manitas del hogar, ¡creemos que a ti también te encantarán!  La apuesta tradicional que reutiliza una pieza acolchada de un sofá. También puede emplear un trozo de gomaespuma enfundado a nuestro estilo, para hacer juego con el resto de la estancia. En el modelo que ves se ha utilizado un trozo de barandilla como soporte para colgarla, aunque puedes experimentar con otros elementos (por ejemplo, el pasador de una cortina). Cuidado si decides imitar la decoración con marcos: ¡asegúralos con una masilla especial para que no te den un susto mientras duermes!

Esencia japonesa: un futón apoyado sobre un conjunto elegante de madera se merece un cabecero a la altura. Las baldas se proyectan horizontalmente para dar una sensación espacial de armonía y equilibrio, además de resultar muy prácticas para colocar otros objetos decorativos que den un punto de color diferente. Precaución con el peso de las baldas: si es elevado, necesitarás un cuidado especial en la instalación en la pared, con soportes más resistentes de lo habitual. Inspiración hawaiana. ¿Verdad que parece el destino ideal después de pasar una noche en la playa, rodeado de palmeras y bebidas con piña y coco? Pues puede ser tu dormitorio cada noche. Un aire tropical conseguido a base de piezas irregulares de madera rústica colocadas a alturas diferentes.

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Un poco de luz tenue para alumbrar tus sueños. Tiene reminiscencias a una hoguera en el campo, a la Navidad, a tu infancia… Es una opción ideal para que los niños que temen a la oscuridad se sientan protegidos y duerman tranquilos.

Podría ser el cabecero de Gloria Fuertes, una amante de la literatura y de los niños a partes iguales, que escribió tantas y tantas bonitas historias para ellos. Colorido, inspirador, y con un toque manitas para montar tapas de libros unas sobre otras que nos gusta mucho.

Este ejemplo nos demuestra que, con estilo y sabiendo disponer y combinar, cualquier objeto puede componer un cabecero elegante y original. Un trozo de valla, una jaula, una red, una puerta… todo ello forma el modelo más extravagante y sorprendente de toda la colección. Lo enseñarás a todas tus visitas, y todas ellas alabarán tu imaginación y buena mano.

Terminamos con más libros. Bien abiertos, ofreciendo sus palabras al durmiente lector, bien apilados, formando columnas de distintas alturas. ¿Qué te parece? ¿Pasamos página juntos y cambiamos el estilo de nuestro dormitorio?

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