El sector inmobiliario vive momentos de cambios profundos y de una transformación total hacia la digitalización. Pero no se trata, tan solo, de cambios tecnológicos o de la implantación de sistemas de machine learning, sino de tener la comprensión de que la experiencia del consumidor debe estar en el corazón del «real estate».

Cuando hablamos de PropTech estamos hablando de que la tecnología puede ayudar a poner sobre la mesa el propósito del cambio cultural necesario para poner la experiencia del cliente en el corazón del sector inmobiliario. En esta nueva transformación del sector, el cliente final pasará a tener un peso mayor en las decisiones de mercado.

Podríamos citar una definición muy certera de PropTech que nos da una idea muy exacta tanto del significado de este no tan nuevo concepto, como de su alcance:

PropTech es una pequeña parte de una transformación digital más amplia en la industria de la propiedad. Considera tanto el cambio tecnológico y de mentalidad de la industria de bienes raíces y sus consumidores sobre nuestras actitudes, movimientos y transacciones tanto si nos referimos a edificios como a las ciudades.

En resumen, podemos decir que PropTech representa a todas las empresas que están asumiendo los cambios necesarios para mejorar el sector, y que tienen en la actual oferta tecnológica una herramienta sin igual para cambiar el panorama digital y gestionar los nuevos patrones de consumo. 

Dentro de este concepto podemos mencionar tres ramificaciones o subgrupos diferenciados, a saber: el mercado inmobiliario per se (PropTech); ciudades y edificios inteligentes, economía compartida, la industria de la construcción de viviendas (ConTech); y las finanzas (FinTech), aunque esta última no es exclusiva del sector inmobiliario.

PropTech no es algo nuevo

PropTech lleva entre nosotros veinte años, al menos. Los portales inmobiliarios que surgieron en España en 2000 son los primeros representantes de esta tendencia que, con el paso de los años, se ha ido refinando y haciéndose cada vez más tecnológica.

Los servicios suelen cubrir todos los aspectos del sector, desde la compra y la venta, hasta el alquiler de propiedades, pero también los servicios de construcción, mantenimiento o administración de activos comerciales o residenciales.

El principal motor de esta tendencia inmobiliaria es la disponibilidad de cada vez más datos. Los datos lo son todo, y esto se demuestra en todos los sectores. Gracias a la disponibilidad de cantidades masivas de datos, y a los avances de las herramientas de análisis online, las empresas han comenzado a afrontar y solucionar los desafíos más complejos del sector inmobiliario.

En esencia, el uso del Big Data y la mejora de las herramientas de analítica, sobre todo las que están basadas en inteligencia artificial y machine learning, permiten mejorar mucho las capacidades de análisis técnico y financiero. Una buena plataforma que beba del Big Data es capaz de ofrecer información específica y exhaustiva que complemente la información concreta de los inmuebles, de manera que el consumidor (el comprador o vendedor, por ejemplo) pueda decidir mejor su próximo paso.

Así, además de la información específica de una finca, piso o casa determinada, es posible extraer información sobre servicios en las cercanías (supermercados, farmacias, colegios, parques…) que ayude a tomar la decisión correcta.

La Realidad Virtual también tiene que ver con PropTech, puesto que este tipo de herramienta permite a cualquier cliente potencial hacer una visita virtual al inmueble que está valorando. Se trata de una visita que, como es normal, no puede sustituir a la visita presencial, pero que permite al vendedor mostrar las mejores cualidades del inmueble, la distribución y otra buena cantidad de detalles que pueden ser de utilidad para el consumidor.

Por supuesto, la geolocalización, Blockchain o el Internet de las Cosas son otras tecnologías que contribuyen a la necesaria transformación del sector inmobiliario. A partir de ahora, el consumidor tendrá un gran peso dentro de este sector gracias a la cantidad de información y herramientas a su alcance para tomar cada vez mejores decisiones.